viernes, 28 de noviembre de 2008

¿Qué hacer ante la autocompasión?


Hola a todos, durante la semana tratamos este tema y ahora ha llegado el momento de pensar en las posible soluciones ante el mismo.

¿Qué hacer ante la autocompasión?
Lo primero es: 

Revisar tus emociones
.
¿Cómo te sientes la mayor parte del tiempo? 
¿Te sientes impotente, con poco control sobre tu vida?
 ¿Enojado con el mundo, la vida, tus padres, etc.?
 ¿Vives una gran parte del tiempo con la sensación de que, por mucho que hagas, no resuelves tus problemas y tu sufrimiento?



Si tus respuestas son afirmativas, tiendes a autocompadecerte y a sentirte víctima.

Recuerda que esta sensación, no es un reflejo de la realidad actual.
Es el reflejo de nuestras vivencias infantiles y del pensamiento y la percepción de un niño que vivió hace mucho tiempo.


Cuando nos autocompadecemos, no nos damos cuenta de que nuestra actitud es la que nos impide mejorar y buscar la solución adecuada.
Una actitud equivocada que aprendimos cuando éramos pequeños y estábamos realmente indefensos o cuando imitábamos algún adulto importante en nuestra vida.


Pero hoy, ya no somos ese niño pequeño. 
Hoy podemos cuestionar lo que se nos dijo y los modelos que tuvimos.

Cuando nos autocompadecemos, no podemos aceptar la responsabilidad de lo que sucede.

Esta actitud puede ser el resultado de una realidad vivida.
El sentimiento de ser una víctima, no es inventado, pudo haber sufrido un abuso físico, sexual o emocional durante la niñez, la juventud e incluso la edad adulta.

La persona que vivió algún abuso, sí fue una víctima de las circunstancias, porque debido a su edad o situación, no tuvo la fuerza ni la capacidad y conocimientos para cambiar esa situación o alejarse de ella.


Pero cuando vive compadeciéndose y sintiéndose víctima, esos pensamientos y sentimientos vividos durante la niñez, siguen dominando su vida.
Sin darse cuenta, de que ella es ahora, su propio victimario.



Desarrolla un plan de vida

Cuando tenemos metas claras, podemos motivarnos con mayor facilidad y reconocer los pasos necesarios para lograrlas.
Esto le da un sentido y un significado a nuestra vida, nos proporciona la sensación de control y aumenta nuestra autoestima.

Enfócate en los aspectos positivos de tu vida.
Todos los tenemos, simplemente no estamos acostumbrados a verlos o a reconocerlos.

Reflexión:
Recuerdo un tiempo en el que culpaba a los demás de mi no felicidad. Era mejor no mirarse a uno mismo. Caer en el juego de la autocompasión es algo tan fácil... convencerse de que no se es feliz es muy fácil y caer en una rutina de por vida también. Y encima, cuando estás convencida de que tu felicidad te la van a dar los demás, las relaciones que tengas con tu pareja, con tu familia, con tus amigos se convierten en una obsesión.

Recuerdo el día que descubrí quien era yo, el día en el que descubrí que no le había prestado la más mínima consideración a la persona más importante de mi vida, el día en que descubrí que no podía vivir sin mí y que el único ser que podía darme lo que necesitaba era yo.
Fué como ver un amanecer que no va a oscurecer nunca y ser muy consciente de todo lo que iba a empezar a ganar a partir de ese momento.

Empezar a retroceder para corregir mis actitudes está siendo en muchas ocasiones, muy complicado, porque me encuentro con personas que sé que no comprenden mi forma de actuar ahora.

Yo soy así, y mi amanecer ha supuesto el amanecer de otras personas, así que ésta tarea de crecimiento que en su día, me dió miedo incluso por llegar a pensar que estaba equivocada en lo que pensaba, seguirá siendo mi alegría, porque esos momentos en los que descubro cosas nuevas sobre mí, sean malas o buenas me hacen sentir más fuerte...DEFINITIVAMENTE VIVA Y FELÍZ!
Las respuestas están en nosotros mismos...

Un abrazo a todos.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Cómo desarrollamos el papel de victima


Existen cuatro situaciones que pueden ayudar a que desarrollemos una actitud de víctimas:
  • La vulnerabilidad y dependencia de los niños.

Debido a la edad, falta de conocimientos y habilidades, necesidad de depender de los adultos, las limitaciones que dichos adultos imponen, etc., todos los niños se sienten víctimas, en muchas situaciones.

Esto le sucede a cualquier niño, independientemente de que tenga una vida estable, protegida, feliz y llena de amor.
Es parte de las características de la niñez.

Al crecer, los resultados de las diferentes experiencias que vivimos, la educación, ejemplos que recibimos, etc., hacen que se pierda o disminuyan este tipo de pensamientos y sentimientos o que aumenten y se establezca una actitud de víctima.
  • Haber vivido en un ambiente en donde se nos compadecía constantemente, escuchando comentarios como:

"Pobrecito se siente mal".
"Pobre, le dejan tanta tarea".
"Es injusto lo que le pasa, pero no puede hacer nada".
"A ... siempre le pasa algo malo".
  • El niño escucha y aprende a pensar igual respecto a sí mismo.
  • El ejemplo de uno o ambos padres que tenían dicha actitud.

Los niños tienden a imitar, de manera inconsciente, las actitudes de los padres y de la gente importante en su vida.
Haber sido realmente víctimas, de algún tipo de abuso:

Físico,
sexual,
psicológico,
emocional.

La autocompasión, como cualquier otra emoción, tiene aspectos positivos y negativos.

El aspecto positivo es que, momentáneamente, disminuye el dolor y evita que nos autodevaluemos, (porque reduce el impacto de la culpa).


El aspecto negativo se manifiesta en que:
Impide que veamos el problema en toda su magnitud. 
Se enfoca sólo en una pequeña parte del problema (la parte negativa que nos afecta directamente), por lo que no le vemos diferentes soluciones.
Nos aleja de la gente y nos impide resolver nuestros problemas, porque nos mantiene centrados en nosotros mismos:
"Pobre de mí, los demás me…, yo no puedo…
Impide que nos responsabilicemos de lo que nos sucede y que actuemos, porque al culpar a los demás, son ellos los que pueden y "deben" hacer algo para mejorar la situación.
Esto hace que tratemos de presionarlos o manipularlos, con lo que surgen nuevos conflictos.
Nos paraliza, porque sentimos que no podemos hacer nada al respecto, ya que no tenemos ni la capacidad ni el control necesario para resolver la situación.

lunes, 24 de noviembre de 2008

La Autocompasión..


Hola a todos, espero que estén muy bien. Esta semana abordaremos un tema que es muy común, LA AUTOCOMPASIÓN. Espero que podamos aclararnos en este sentido.

¿Cuántas veces no nos hemos autocompadecido? Pobre de mí, nada me sale, no es mi culpa, es culpa de tal o de cual... ¿Cuántas veces nos hacemos víctimas de las cosas que nos suceden?... ¿Cuántas veces buscamos responsables de nuestros males? Todos, menos nosotros mismos, son los causantes de los pesares que vivimos... Eso es precisamente autocompadecerse.
"La lástima por uno mismo, es una de los narcóticos no farmacéuticos, mas destructivos. Es adictiva, da placer sólo al momento y separa a la victima de la realidad". John W. Gardner (Secretario de salud, educación y asistencia social, en Estados Unidos).
La autocompasión nos mantiene atrapados, sin que nos demos cuenta de ello y nos impide avanzar por la vida y disfrutar de ella.

La autoestima baja es uno de los mayores obstáculos en nuestra vida.
 Nos hace sufrir y nos impide lograr aquello que deseamos.

Cuando nuestra autoestima es baja y no logramos el éxito deseado, buscamos un culpable.

Ya sea que nos culpemos a nosotros mismos o que culpemos a los demás, a la vida, la suerte, Dios, etc., si nos sentimos indefensos e incapaces de cambiar la situación, podemos acabar autocompadeciéndonos.


La autocompasión es limitante, difícil de reconocer y aceptar, porque le damos un significado equivocado.
Para mucha gente significa estar "mal", ser débiles, incapaces y menos valiosos que los demás.

Esta forma de pensar es errónea.
En realidad lo único que indica la autocompasión, es que:
  • Durante nuestra infancia aprendimos una actitud que nos impide, actualmente, solucionar nuestros problemas y tener una vida mejor.
  • Necesitamos aprender a analizar la situación y nuestras habilidades, de una manera diferente.
Con frecuencia sentimos que nuestra vida y nuestras opciones están limitadas, sin darnos cuenta de que dicha limitación esta causada por la autocompasión.
Todos hemos sufrido y todos hemos fracasado.

La diferencia entre los que se autocompadecen y los que no, es que los primeros se dedican a ver todo lo malo que les ha pasado y que no han podido evitar o solucionar y los otros se enfocan en lo que quieren que les pase y en lo que necesitan hacer para lograrlo.


Cuando creemos que tenemos poco o ningún control sobre lo que nos sucede, que el mundo y los demás se aprovechan de nosotros o nos causan daño, acabamos sintiéndonos incapaces y desempeñando el papel de víctimas.

Evita que el sufrimiento y los problemas te lleven a la autocompasión y a sentirte víctima de las circunstancias o de los demás.

martes, 18 de noviembre de 2008

Si Alguna Vez...


Si alguna vez te sientes sólo y no sabes qué hacer, mira al cielo y busca una estrella, y así nunca más te sentirás en soledad pues tendrás a tu alrededor a millones de estrellas que son esas personas que sintieron lo mismo que tú.
Si alguna vez sientes ganas de llorar, llora Deja salir tus lágrimas y con ellas todas las cosas que te hacen sentir mal; no dejes que se acumulen en tu ser, porque sólo darán paso a otro tipo de sentimientos que te hieren aún más.

Si alguna vez te sientes mal contigo mismo, busca en lo más profundo de tu ser, date cuenta de que nadie es perfecto, tampoco tú, pero aún con todos tus defectos y cualidades, eres una persona única en el universo, por eso eres especial.

Si alguna vez sientes que nadie te quiere, olvídalo, pues eso no es cierto; si te encuentras en esta tierra es porque alguien allá arriba lo quiso así, Él te hizo único y especial porque te ama y nunca te abandona porque eres lo máximo para Él; pero además de Él, hay personas a tu alrededor que te quieren, aunque a veces estamos ocupados en nuestros problemas y no les abrimos las puertas de nuestro corazón para demostrárnoslo.

Si alguna vez necesitas de alguien que te comprenda, que te escuche, que te ayude, en fin, si necesitas de un amigo, quiero que sepas que cuentas conmigo para que nunca te sientas sólo, para que llores en mi hombro, para hacerte sentir bien, y sobre todo para demostrarte cuánto te aprecio...

jueves, 13 de noviembre de 2008

Cuestión de Actitud, el Gran Secreto


Hola a todos espero que estén muy bien. Hoy hablaremos un poco acerca de esa palabra tan escuchada, tan dicha, tan repetida por muchas personas: La actitud ; y que paradójicamente, es poco entendida o aplicada por muchas otras y en ocasiones por las mismas personas que la mencionan frecuentemente.
Primero determinemos, ¿qué es la actitud?. Puede considerarse a la actitud como el vínculo existente entre el conocimiento adquirido por un individuo y la acción que realizará en el presente y en el futuro.
En su memoria, cada individuo lleva depositada la influencia del pasado. También la acción que de él provenga vendrá “influenciada por el futuro”, ya que la información depositada nos inducirá proyectos, ambiciones y objetivos a realizar.
La actitud frente a la vida está relacionada con la visión que tengamos del mundo que nos rodea. De ahí aquello de que “lo que influye en cada uno de nosotros depende de la opinión que tengamos de los hechos antes que de los hechos mismos”.
La actitud proviene esencialmente de la información que llevamos grabada en nuestra mente. De ahí que nuestra actitud cambiará si también lo hacen nuestras opiniones y nuestras creencias.
Es por ello, que está en nosotros mismos poder tener una actitud diferente a la que estamos acostumbrados a tener ante determinadas situaciones. Esta en nuestras manos adaptar nuestras creencias y sensaciones al mundo que vayamos teniendo que vivir, a las consecuencias de nuestra vida, a las circunstancias, buenas o malas, felices o tristes, problemas o desafíos que tengamos que enfrentar.
¿Porqué frente a ciertas cuestiones, algunas personas reaccionan de una manera y otras de otra? Por su actitud precisamente, por su capacidad para tener la flexibilidad necesaria en el pensamiento y adaptarse a las nuevas circunstancias de la vida, cuestión que yo, personalmente también relaciono a la inteligencia emocional y a la capacidad de adaptarnos de cada uno de nosotros.
La buena noticia, es que esto también podemos lograrlo trabajándolo, nadie nace sabiendo cómo tener la mejor actitud frente a la vida, la diferencia está en saber aprenderlo, dejarnos ayudar, detectarlo y solucionar nuestra falta de actitud positiva; es decir, sacudirnos el pesimismo y ver más allá del árbol que tenemos enfrente, el gran obstáculo, y ver el bosque…
Abre los ojos, piensa que puedes, cree que tienes cómo salir adelante y que la vida es la que cada uno de nosotros queremos que sea, aún con sus imponderables, podemos tomar de cada cosa lo bueno y sacar un balance positivo, para que con la ACTITUD ADECUADA podamos salir adelante, implica por supuesto tratar de ser dueños y responsables de nuestros éxitos y fracasos, es sin duda, un gran desafío…

Saludos

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Cómo reconocer y tratar la soledad

Hola a todos espero que estén muy bien, hace unos días hablaba de la soledad, de sus dos aspectos: positivo y negativo. Atendiendo al segundo de ellos, al momento en que la soledad ya lastima, debemos detectarla y tratarla, a fin de evitar que nos haga daño. Aquí algunas recomendaciones que espero les sean de utilidad:
  • Diagnóstico: qué tipo de soledad es la que estamos sufriendo y a qué se debe.
  • Conocernos bien. Dejemos a un lado el miedo a mirar dentro de nosotros, afrontemos la necesidad de saber cómo somos: nuestras ilusiones y ambiciones, limitaciones y miedos, quién quiero ser, cómo me ven, cómo me veo...
  • Fuera la timidez. Tomemos la iniciativa para conseguir nuevas relaciones. Establezcamos qué personas nos interesan, y elaboremos una estrategia para contactar con ellas.
  • No hay nada que perder. El miedo al rechazo es un freno para entablar nuevas amistades o amores. El objetivo es importante, no nos preocupemos por ello.
  • Sin victimismos. El mundo resulta cruel, vulgar y materialista,estoy de acuerdo. Pero seguro que hay otras personas que pueden estar deseando conocer a alguien como nosotros.
  • Encerrarnos en nosotros mismos es reconocer la derrota. A la mayoría la soledad nos hace daño, y nos sienta mejor tener con quién hablar, intimar y a quién querer.
  • No somos tan raros como a veces pensamos. No hay más que hablar en profundidad y confianza con cualquier persona para comprobarlo. Podemos "llenar" a más gente de la que creemos y nos pueden resultar atractivas muchas personas que tenemos muy cerca.
El mejor consejo, que puedo dar en estos casos de soledad es afrontarla...
El hacernos invisibles o hacer invisibles nuestros sentimientos a nosotros mismos, es una autodestrucción. Lo ideal, es atrevernos a reinventarnos, a pesar de las nuevas adversidades que nos esté dando la vida, ya que al final de cuentas, la vida es un constante cambio.
Puede ser que hayas cambiado de ciudad, de trabajo, de país, de vida... Puede ser que estés divorciándote, que te hayas quedado viudo(a), que haya muerto tu mejor amigo, que las personas con quienes convivías ya "hicieron su vida"...
De acuerdo, todo esto puede pasar, pero TÚ debes de tratar de salir adelante, de reinventarte y no dejarte atrapar por ese sentimiento, que en lo negativo nos hará mucho daño.
Decídete a sacarle lo bueno a la soledad, el lado positivo y a considerar tomar soluciones si su aspecto negativo ha llegado a tocar tu puerta...

Un abrazo.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Porque lo mereces...


Soy digna/o y merecedora/o de todo lo bueno. No solo de algo, ni de un poquito, de todo lo bueno. Ahora estoy superando todos los pensamientos negativos que me limitan .Me libero de las limitaciones impuestas por mis padres. Los amo y puedo ir más allá de ellos. No respondo a sus opiniones negativas ni a sus creencias restrictivas. No estoy atada a ninguno de los miedos ni de los prejuicios de la sociedad en que vivo. Ya no me identifico con ningún tipo de limitación.
Quiero compartir esta afirmación con todos mis lectores:

En mi mente gozo de una libertad total. Penetro ahora en un nuevo espacio de consciencia, donde estoy dispuesta a verme a mi misma de una manera diferente. Estoy dispuesta/o a crear ideas nuevas respecto de mi mismo/a y de mi vida. Mi nueva manera de pensar se expresa en ideas nuevas.
Ahora se y afirmo que soy una/o y la misma cosa con el próspero poder del universo.
Por eso, ahora prospero de múltiples maneras. La totalidad de las posibilidades se abre ante mí. Me merezco la vida: una buena vida, Me merezco el amor,:abundancia de amor. Me merezco tener buena salud. Me merezco vivir cómodamente y prosperar. Me merezco la libertad de ser todo aquello que soy capaz de ser.
Me merezco más que eso: me merezco todo lo bueno.
El Universo está más que dispuesto a manifestar mis nuevas creencias, y yo acepto esta abundancia de vida con júbilo, placer y gratitud. Porque me la merezco la acepto y sé que es verdad.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Soledad: Cara o Cruz


Amigos continuamos con esta experiencia temática, la semana pasada la depresión, hoy LA SOLEDAD.
La soledad, es una experiencia indeseada similar a la depresión y la ansiedad. Es distinta del aislamiento social y refleja una percepción del individuo respecto a su red de relaciones sociales, bien porque esta red es escasa o porque la relación es insatisfactoria o demasiado superficial.

Estar solo o sola, sin duda puede atraernos grandes beneficios, a veces estar rodeado de mucha gente y constante murmullo no nos permite conocernos a fondo y saber realmente cómo somos. Esta es una cara positiva de la soledad y que si la sabemos apreciar y aprovechar nos puede generar como dividendo el conocimiento de nuestro YO, y así lograr EVOLUCIÓN.
Pocas personas se dan la oportunidad de estar solos y de aprender esta parte positiva de la soledad, pues necesitan de ese bullicio exterior para no enfrentarse a sí mismos, quizá es por falta de aceptación, porque no están contentos con su vida y un larguisimo etcétera, que prefiero no abordar para no desviarme del tema fundamental, ya que una cosa es "estar solos" y otra puede ser la soledad...

Hay tipos de soledad:
  • La emocional o ausencia de una relación intensa con otra persona, que nos produzca satisfacción y seguridad.
  • La social, que supone la no pertenencia a un grupo que ayude al individuo a compartir intereses y preocupaciones.
Parece, que la soledad está relacionada con la capacidad de las personas para manifestar sus sentimientos y opiniones.
La personal (ausencia de una relación íntima con alguien) y la social (carencia de amistades)
Cuando nuestra habilidad para relacionarnos es deficiente, aumenta la probabilidad de que nos quedemos solos, las relaciones que mantenemos son menos entusiastas y empáticas.
Las personas con problemas de neurosis se muestran convencidas de que no resultan amables ni dignas de ser apreciadas y rechazan cualquier tipo de amigos potenciales, con el objetivo de protegerse a sí mismos del posible rechazo.
La soledad está muy relacionada con la pérdida de relaciones con ese conjunto de personas significativas en la vida del individuo y con las que se interactúa de forma regular.
La definición más común de soledad es la de carencia de compañía y que se tiende a vincularla con estados de tristeza, desamor y negatividad, obviando los beneficios que una soledad ocasional y deseada nos puede reportar.
Cuando la buscamos, porque necesitamos estar solos, nos deja múltiples cosas buenas; pero, si es permanente y nos provoca tristeza debemos de cuestionarla, pues muy probablemente nos hará daño, ya sea en el presente o en el futuro inmediato.
Un abrazo a todos.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Tratamiento de la depresión


¿Cómo se debe actuar ante un familiar o un amigo que sufran depresión o ansiedad? Es bastante fácil reconocer una persona deprimida, sobre todo si es una depresión profunda, no solo por sus pocas ganas de nada y porque lo ve todo negro, sino porque además dice de sí mismo cosas terribles. Puede ser más difícil detectar la ansiedad, porque estamos tan acostumbrados a estar siempre en la lucha, siempre en busca de algo, que pensamos que los nervios son un estado natural y solo cuando nos desborda nos damos cuenta de que intentamos abarcar demasiado.
No intentemos ayudar con consejos a una persona deprimida, no vale de nada decirle que debe salir, intentar que se le pase, enfadarse o reñirle, porque la persona ni lo hace adrede ni lo puede evitar. Si es conveniente en cambio empujarle y ayudarle a que poco a poco recobre su actividad anterior. Pequeños pasos como acompañarle a dar unos paseos bajo el sol, intentar no saltarse la comida, aunque sea comiendo poco y volver a realizar actividades placenteas como leerle, son de gran ayuda. Estas personas necesitan apoyo y comprensión, pero nunca indulgencia y tampoco carta blanca para hacer todo lo que quieran.
Igualmente inútil es decirle a una persona con un ataque de ansiedad que su miedo es una tontería, eso ya lo sabe y aún así no puede evitarlo. Es difícil que una persona ansiosa escuche lo que le decimos. El como tratarles depende mucho de cual sea la causa de la ansiedad pero por supuesto que el primer paso que hay que dar es ser humilde y reconocer las propias limitaciones y la mejor ayuda es llevar al interesado a la consulta del especialista.
A nivel clínico contamos fundamentalmente con dos armas para hacer frente a la depresión y a la ansiedad que son la terapia psicológica y la farmacología. Disponemos de un amplio arsenal de fármacos muy eficaces (en este punto hay que aclarar que, el psicólogo no puede hacer recetas) pero estos no son más que un parche, las causas profundas deben atacarse con terapia psicológica.
El trabajo del psicólogo consiste en mucho más que escuchar al paciente y tomar notas, se trata sobre todo de que la persona tome conciencia de sí misma y por tanto vuelva a coger las riendas de su vida. Esto se consigue con trabajo diario y con esfuerzo, pasito a pasito, luchando por cambiar el pensamiento negativo que nos martiriza y las conductas que nos perjudican. Pensamiento y acción, estos son los dos grandes frentes donde trabaja el psicólogo. El terapeuta marca el camino a seguir, pero es el paciente quien debe recorrerlo.