lunes, 3 de noviembre de 2008

Tratamiento de la depresión


¿Cómo se debe actuar ante un familiar o un amigo que sufran depresión o ansiedad? Es bastante fácil reconocer una persona deprimida, sobre todo si es una depresión profunda, no solo por sus pocas ganas de nada y porque lo ve todo negro, sino porque además dice de sí mismo cosas terribles. Puede ser más difícil detectar la ansiedad, porque estamos tan acostumbrados a estar siempre en la lucha, siempre en busca de algo, que pensamos que los nervios son un estado natural y solo cuando nos desborda nos damos cuenta de que intentamos abarcar demasiado.
No intentemos ayudar con consejos a una persona deprimida, no vale de nada decirle que debe salir, intentar que se le pase, enfadarse o reñirle, porque la persona ni lo hace adrede ni lo puede evitar. Si es conveniente en cambio empujarle y ayudarle a que poco a poco recobre su actividad anterior. Pequeños pasos como acompañarle a dar unos paseos bajo el sol, intentar no saltarse la comida, aunque sea comiendo poco y volver a realizar actividades placenteas como leerle, son de gran ayuda. Estas personas necesitan apoyo y comprensión, pero nunca indulgencia y tampoco carta blanca para hacer todo lo que quieran.
Igualmente inútil es decirle a una persona con un ataque de ansiedad que su miedo es una tontería, eso ya lo sabe y aún así no puede evitarlo. Es difícil que una persona ansiosa escuche lo que le decimos. El como tratarles depende mucho de cual sea la causa de la ansiedad pero por supuesto que el primer paso que hay que dar es ser humilde y reconocer las propias limitaciones y la mejor ayuda es llevar al interesado a la consulta del especialista.
A nivel clínico contamos fundamentalmente con dos armas para hacer frente a la depresión y a la ansiedad que son la terapia psicológica y la farmacología. Disponemos de un amplio arsenal de fármacos muy eficaces (en este punto hay que aclarar que, el psicólogo no puede hacer recetas) pero estos no son más que un parche, las causas profundas deben atacarse con terapia psicológica.
El trabajo del psicólogo consiste en mucho más que escuchar al paciente y tomar notas, se trata sobre todo de que la persona tome conciencia de sí misma y por tanto vuelva a coger las riendas de su vida. Esto se consigue con trabajo diario y con esfuerzo, pasito a pasito, luchando por cambiar el pensamiento negativo que nos martiriza y las conductas que nos perjudican. Pensamiento y acción, estos son los dos grandes frentes donde trabaja el psicólogo. El terapeuta marca el camino a seguir, pero es el paciente quien debe recorrerlo.

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