jueves, 14 de febrero de 2013

¿Sin pareja? no te angusties y disfruta la soltería


El sólo pensar en el tema, en ciertas ocasiones, te hace tener sentimientos encontrados y diferentes sensaciones: tal vez angustia, miedo al futuro, envidia, tristeza y, por qué no, independencia y autonomía. Si es más lo que te pesa que lo que te parece que puedes disfrutar en este momento, ten en cuenta las siguientes realidades:

- No eres un bicho raro. Por más que estés rodeado de gente en pareja o que tu familia o amigos te presionen con las preguntas de siempre, no hay nada malo en ti. Hay muchas personas que están solas y tienen vidas felices, están rodeadas de gente que las quieren y toda su vida no pasa por tener a alguien al lado, por el mero hecho de no encontrarse con su soledad. Es mejor elegir bien que aceptar a un alguien que no es bueno para nosotros, sólo por tener cierta edad o por miedos internos sin resolver.

-Gozas de ventajas y también de desventajas, como en todos los acontecimientos de la vida. Ten en cuenta que al estar sin pareja hay cosas en las que pierdes, pero hay unas cuantas otras en las que ganas: más tiempo para ti y para tus actividades, decides cuándo y con quién salir y con quién no y, si además vives solo, dispones de todo el lugar para lo que se te antoje… Disfruta de todo lo que la soltería te ofrece, mientras dure.

-No te compares. Si estamos solos un sábado o un domingo, por ejemplo, tendemos a compararnos con quienes siempre tienen compañía y planes, por tener pareja estable. La mayor parte de lo que creas tiende a ser una idealización. No eres ni más ni menos que ellos: estás transitando una etapa de tu vida en la que, por la razón que fuese, te toca estar sin alguien a tu lado. Esto no te hace mejor ni peor que las demás: aprovecha este tiempo para capitalizar tu experiencia pasada, para definir claramente qué clase de persona deseás encontrar (las virtudes que te gustaría que tenga y lo que no aceptarías bajo ninguna circunstancia): es la mejor manera de encauzar tu energía proactivamente.

-El miedo a la soledad es un mal consejero. Intentar “enganchar” a cualquier costo para tener a alguien a tu lado augura una elección poco acertada y una experiencia de dudoso resultado.

-Es un estado transitorio. Quienes están en pareja, anteriormente tuvieron su período de soledad. Y seguramente a ti ya te pasó algo similar. Siente en tu interior que esta situación tan sólo es pasajera y te darás cuenta de que, efectivamente, así es. No sabemos cuándo se modificará, lo que sí sabemos es que, a su debido momento, sucederá.

-Despídete de tu soltería. Cada día que pasa, dile adiós a tu soledad. A todo lo que haces y decides por ti mismo y te gustaría que sea de a dos. Es la mejor manera de ir acercándote a lo que tanto deseas: una pareja estable.

Por Merlina Meiler, coaching emocional


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